jueves, 3 de julio de 2008

¿Puede la espiritualidad ayudarnos a mejorar el mundo?

Esta es la pregunta que muchas personas ya han contestado afirmativamente. Mientras, en el campo de los movimientos que buscan el cambio social, mucha gente es aún reacia a considerar al menos esta cuestión. Y también en el campo científico hay miedo a planteárselo.

Pero lo cierto es que el viejo modelo de ciencia, que no cree en la sacralidad de la vida ni en una inteligencia mayor que la nuestra, ha fracasado en mejorar las condiciones de vida de las personas y en proteger el medio ambiente. Y los movimientos sociales, con su concepción de mejora social ligada al enfrentamiento, no han dejado de anhelar revoluciones que no llegaban, fracasaban, o eran derrotadas.

¿Puede ser ya la hora de incorporar a nuestro marco conceptual lo divino, y al ámbito del cambio social la armonía y la unidad?

Queda aquí planteado. Volveremos al tema.

1 comentario:

anton dijo...

No sé si hay que hablar de "lo divino", pero desde luego que la vida espiritual tiene algo que decir en el diseño de un mundo mejor. Y si no lo creen, escuchen a Thomas Berry, que además de historiador creo que es reverendo de alguna rama cristiana protestante.

http://www.youtube.com/watch?v=xwa0mQyhxCI

Al hablar de "lo divino" al gran público, para mí la clave es la noción de "fuerza consciente". Yo siempre me he autocalificado como ateo, pero cada vez me doy más cuenta que siento una espiritualidad muy parecida a la de la gente religiosa. Simplemente no creo que el "Dios" o la "fuerza todopoderosa" detrás de las cosas sea un ente consciente. Pero desde que entendí y aislé esta diferencia específica, veo claro que para mí la observación de la naturaleza y conocer a humanos peculiares con buenos valores o historias etc me produce una emoción prácticamente revelatoria. Es como si para mí "Dios" fuera "la naturaleza", pero sin ver eso en absoluto exento de espiritualidad. Por ello creo que las religiones tienen que potenciar su discurso sobre la integración del Humano en el entorno natural. Saludos cordiales, a.